Henry
Trago saliva con dificultad cuando subo al auto, con la mano temblorosa lo enciendo, arranco lejos, quiero tranquilizar mis celos, la ira que sale de algún lugar, nunca había sentido esto, nunca había me había sentido como un vil pendejo.
Escucho que suena mi móvil, miro fugaz la pantalla, es Sebastian, lo paso al altavoz del auto.
— ¿Puedes bajar la velocidad? —suelto una risa sarcástica.
—No. No puedo. Quiero estar solo, Sebas.
—Así no pienso dejarte. Tienes que hablar con Molly.
—No quiero hacerlo. —gruño.
— ¡Baja la puta velocidad o los dos nos estrellaremos! —grita por el altavoz. Reacciono por un momento, miro por el retrovisor, efectivamente Sebastian viene detrás de mí, suelto un largo y frustrante suspiro, apr