A la mañana siguiente.
Me levanto con ánimos de hacer algo de deporte, la ansiedad de tomar la firma me tiene un poco tensa. Decido alistarme para ir al gym del piso 9 del hotel, me hago una coleta en lo alto, me pongo una blusa sport escotada de hombros y un short gris con azul oscuro, coloco mi infaltable muñequera y mis zapatos deportivos, me miro al espejo por unos segundos.
―¿De verdad quieres hacer ejercicios o...? ―Pienso, me decido ir por mi mochila y mi termo de agua. Me quedo un momento en blanco, como si fuese otra la razón para ir allí pero trato de concentrarme y me dirijo al lugar de una buena vez.
***
Hay una enorme sala de equipos, caminadoras, bicicletas estáticas, máquinas para trabajar espalda y brazos. Hoy haré un poco de cardio para calentar y me animo a trabajar el músculo de las piernas. Ubico mi mochila en uno de los casilleros. Coloco mis auriculares y reproduzco un playlist que he encontrado en Spotify para acompañar mi entrenamiento.
Hago una repasada rá