Los aullidos a su alrededor dejó a Raúl completamente inmóvil. No podía empezar a correr con Yadira encima, y aún menos con el enorme agotamiento que sufría.
La chica empezó a forcejear para salir de allí. Comenzó a llorar y a gritar con tanto pánico que se dejaba oír por todo el bosque.
- Eh Yadira ¿que coño haces?. No puedes salir corriendo así.- El chico agarraba a la joven como un candado tras su espalda, empujándola hacia atrás.
Ella gritaba desesperada, luchaba por salir de aquel abrazo y huir. Por alguna razón el pánico y el miedo se habían apoderado de ella. Luchaba tanto por liberarse que Raúl debía usar toda su fuerza para retenerla.
- Vamos estate quieta ya, salir corriendo así no es la solución. No vemos nada.
-Dejame imbécil.- Gritaba furiosa. No puedo estar aquí, enserio debo irme.
Lloraba sin control, temblaba como una niña pequeña asustada de la oscuridad. Raúl compr