Capítulo 24 — Un pequeño genio.
Cuando llegaron al aeropuerto, Enzo, el guardia de seguridad personal de Vittorio, estaba esperando a Vivienne con un cartel que indicaba su nombre. Vivienne se acercó a él despreocupadamente y le entregó su maleta cuando mencionó que se la llevara, siguiéndole hacia el jet privado de Vittorio.
- ¿Vienes con nosotros, Enzo? - preguntó Vivienne con curiosidad.
- Sí, señora. El señor Gotti quiere que me ocupe de la seguridad de todos. - Respondió con prontitud.
Vivienne no pudo evitar una dosis de burla e ironía. - Claro, porque las parras son extremadamente peligrosas. - Con eso, se desvió de su ruta prevista.
Enzo, visiblemente confuso, preguntó - ¿Adónde vas?
respondió ella con una sonrisa pícara. - A comprar el sueldo de mi ayudante. ¿Vienes?
El guardia de seguridad siguió a Vivienne hasta la chocolatería del aeropuerto, aún sin comprender del todo la situación.
Minutos después, Vivienne subía al jet de Vittorio, disfrutando despreocupadamente de su batido de chocolate y llevand