La veo volver a mirarme, y en sus ojos veo la lucha interna, el dolor. De nuevo, su cabeza se retuerce, pero esta vez… ella está peleando. Está luchando, por nosotras.
“Vamos, amor. Tú puedes” la animo, mientras derribo y arranco la cabeza a un lobo asqueroso que se me acerca.
Pero el caos no cesa. De repente, siento una mano gigante atrapándome por detrás. Uno de los híbridos, un lobo gigantesco a medio transformar, me tiene con fuerza. Otro se acerca, una estaca en mano, y en un parpadeo, siento cómo la muerte se acerca a mí.
“¿Qué mierda? ¿Tan bajo caímos?” me pregunto, sintiendo el frío metal de la estaca a punto de atravesarme.
Y en ese instante, una sombra se desplaza hacia mí. En un parpadeo, todo cambia.
“Si sigues así, de verdad te mataré. ¡Defiéndete, maldición! No puedes ser tan débil, tengo muchos que matar como para estar cuidando tu maldito culo” Katty está a mi lado nuevamente. Me ha salvado otra vez.
Sus palabras hacen clic dentro de mí. Comienzo a luchar con más fuerz