El chofer estaciona el auto frente a ellos y bajo de éste. "Pequeña, ¿ya está todo okay?" Le pregunto a ella mientras me acerco y tomo su mano.
"Lárgate de mi casa, sucia lesbiana", me grita mi amada suegra.
"Aún no salen." Al terminar la oración, vemos a su nana y al chofer detrás de los padres de mi pequeña pidiendo permiso para pasar.
"Debe ser una broma. Si se van, perderán cualquier tipo de indemnización, y les juro que jamás volverán a trabajar", los amenaza mi suegro aún sin dejarlos salir.
"Perdón, señor, pero la decisión ya está tomada. Nosotros servimos a su madre y vimos crecer a la niña, no podemos separarnos de ella", le responde la señora Sandrita.
"No me hagas reír, ¿y cómo sobrevivirán? No les daré ningún pago. Esto será abandono de trabajo y ella, ¿cómo les pagará? Es un chiste, tú eres un chiste irresponsable llevando a dos ancianos a morir de hambre contigo."
"Vamos, se nos hace tarde." Jeanet solo le habla a su nana, no pierde el tiempo dando explicaciones.
"Carlos