Capítulo 066
Noé recordó cómo estaba detrás de la espalda de Camila mientras ella lo protegía. Aunque Camila era pequeña y no mucho más alta que él, podía reunir una sorprendente cantidad de energía de Dios sabe dónde y golpear a los chicos una y otra vez.
—¡Te equivocas! ¡Él todavía me tiene a mí, su hermana, para protegerlo! ¡Te reportaré a la escuela cuando llegue mañana! ¡Quiero que te disculpes con mi hermano menor! ¡Recuerda lo que te digo! ¡Si te atreves a intimidarlo otra vez, te romperé las piernas!
Sin embargo, algunos de los chicos no le tenían miedo a Camila. Siendo descarados, se burlaron:
—Parece débil. Por eso lo golpeamos. ¿Qué vas a hacer al respecto?
Ante eso, Camila volvió a golpearlos con el palo hasta que se callaron.
Después de darles una lección, tomó la mano de Noé y caminó de regreso a casa sin decir una palabra. Una vez allí, limpió y vendó sus heridas y remendó sus ropas rotas. En todo el tiempo, jamás lo menospreció con frases como "eres un fraca