EN MI PRÓXIMA VIDA. CAPÍTULO 48. Mañana...
La cabaña estaba en un silencio suave y delicioso, que solo rompía el crepitar del fuego o los suspiros de Kim, mientras Peter se giraba hacia ella, estrechándola contra su pecho y acariciándole el rostro, sabiendo que la había dejado cansada pero feliz.
—¿