Estaba a punto de tirarse de los cabellos cuando la chica de recepción entró corriendo.
—Te buscan otra vez y ahora una mujer con cara de muy pocos amigos, creo que te van a pegar, ¿llamo a seguridad? —le advirtió la muchacha.
Andrea se apresuró a llegar a la recepción para encontrarse cara a cara