La situación en la que esta Elizabeth no es fácil, ella tiene sentimientos encontrados, tiene miedo, está nerviosa por lo que vendrá, y justo en este momento llega esta mujer su asistente, que al parecer es amante de su futuro esposo.
-No te necesito, no quiero verte cerca de mí, vete, ya me trajiste a la habitación de ¡Mi futuro esposo! Es suficiente para mí.
Ella la mira y sonríe, ella se burla en su cara sin importar nada.
-No sea ridícula, ¿crees que te permitiré casarte con un hombre que ya es mío?
-¿De qué hablas, como que ya es tuyo?
-No solo soy su asistente, yo lo he ayudado a estar en la cima, él y yo tenemos…
En ese momento entra Simón y de inmediato Amelia se calla.
Elizabeth queda aún más sorprendida, pues sabe que hay algo que le están escondiendo, algo muy importante y al parecer esta mujer tiene que ver con eso.
Simón, les da indicaciones, le dice a Elizabeth que en media hora llegaran los mejores estilistas y diseñadores del país, que la ayudaran a arreglarse.