Lidia.
Al estar en la biblioteca recuerdo que tengo un asunto pendiente con cierta persona de la casa que no pienso dejar pasar, me levanto del sillón y voy en busca de ella, sé muy bien que ha de estar en la cocina a esta hora y cómo lo pensé está Esther sentada en una de las sillas de la cocina con su cara de amargada escribiendo en su celular, me acerco a ella con una sonrisa y con paso firme para después pararme frente a ella y hablarle con voz dulce.
-hola Esther ¿cómo has estado ?
Ella me mira de pies a cabeza con un poco de incredulidad.
-bien señora ¿ cómo le fue en su viaje a las Vegas ?
-me fue muy bien solo que tuve un pequeño problema con uno de mis vestidos al parecer alguien le salió su lado artístico y decidió hacer giras mi vestido ¿ no sabes de casualidad quién habrá sido ?
Esther desvía la mirada y me responde en un tono de voz sin importancia.
-no lo sé señora yo no miré su vestido.
Me cae tan mal que me quiera ver la cara de idiota así que no me pienso andar por la