Sebastián

Una vez más mis planes se fueron al traste, esto era tan simple como ir a buscar alimento, no salí, no me alejé ni un par de pasos de mis aposentos, cuándo una maldita lámpara me cayó encima. Ayer una rata me había mordido, cuando caminaba entre en follaje y me dirigía a la manada y antes de ayer, solo por qué pasé junto a un puesto de frutas y me agaché a recoger algo del suelo, cuando todas las manzanas rodaron del puesto del mercado. Esto era el colmo, esta mañana, cuando me desperté y quise darme un baño, no había agua en las cañerías, en ninguno de los baños donde trate de ducharme. Luego en el salón, en el gran salón de mis audiencias, mientras trataba de establecer los nuevos límites con la manada de los lobos, por más que intentaba, no lograba encontrarle sentido al mapa, si no fuera por Elías en este momento estaría perdido. Habría hecho que me mataran alrededor de mil veces.

-no quiero ser insistente pero ¿qué más te dijo esa bruja?-preguntaba una vez más Elías.

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