Me siento cómoda con el además de que es un hombre condecorado y reconocido no solo por su carrera militar, su familia también ha sido importante y adinerada desde mucho tiempo atrás.
Finalmente llego el día de la boda, uso un enorme vestido de encaje tiene cuello alto y ajustado en la parte de arriba y las mangas largas, una falda abultada. Ni siquiera se si voy a caber en el carruaje pero me emociona mucho casarme. Mi futuro esposo me ha regalado un exquisito collar de perlas con un diamante al centro, unos aretes a juego y una tiara que fue de su abuela. Las joyas son preciosas y brillan con los rayos del sol.
Al entrar a la catedral puedo verlo en el altar esperándome vestido en su uniforme de gala, esta lleno de militares y gente de alta sociedad. Mi padre me escolta al altar y me entrega al hombre con el que compartiré mi vida.
la recepción pasa rápido un menú de codornices en salsa de rosas, pastel decorado con pétalos de rosas, regalos de los invitados y flores por doquier. Mi