–No vas a levantar tu culo de esa cama así tenga que amarrarte a ella–. Me amenazo Hades mientras me dejaba en la cama de mi cuarto del club.
–Me aburroooo, llevo casi una puta semana desde que desperté y no he hecho nada a parte de descansar, necesito caminar, estirar mis piernas, mover mis músculos–.
–Entiendo lo que pides pero eso no va a pasar, el Doc dijo otros tres días de reposo antes de cualquier actividad física–.
El intimidante motero tatuado me miro con una expresión muy seria y yo no dude ni un segundo de que si me intentaba levantar iba a cumplir su amenaza.
Las cosas entre mi padre y yo habían sido tensas desde aquella charla en el hospital, ambos teníamos una relación complicada, está semana pasamos mucho tiempo juntos ante su insistencia de cuidarme, aunque eso no ayudaba mucho a mejorar nuestra relación, a veces estábamo