Aquel día fue muy pesado, nos fuimos de viaje a Málaga, pues querían que hiciésemos las fotografías para la presentación del álbum allí. Pero Pablo fue todo un encanto, me ayudó mucho, incluso posando en aquella plaza, haciéndonos fotos y sonriendo el uno al otro.
Reí mucho aquel día, junto a él, entre fotografías y bromas por su parte, intentando que me calmase y mis nervios se marchasen. Me sentía realmente cómoda allí con él.
Llevaba puesto un vestido verde cuando hacían fotos en el puerto, junto a la barandilla, con él agarrándome de la cintura y hablando con el cámara.