Corrimos entre las mesas del restaurante, mientras los otros chicos hacían lo mismo detrás de nosotros, aunque le llevábamos una gran ventaja. Entramos por la barra del. local hasta llegar a la cocina donde la señora Guadalupe nos esperaba con Jade.
- Te lo dije mi niña, tienes que llamar a tú madre. Si no lo haces tú, lo voy a hacer yo Isabella - Dijo cerrando la puerta de la cocina con llave. Dos golpes se escucharon Jade se asustó un poco por el estruendo del sonido.
- Tranquila Amor todo esta bien- Le dije bajito mientras la señora Guadalupe le daba una paleta. Ella de pronto se olvidó de todo y la abrió con emoción.
- Váyanse ahora, yo me encargo de aquellos idiotas - Bella asintió y en silencio comenzó caminar a caminar hacia una pequeña puerta por el lado de atrás que daba al estacionamiento. Cargue a Jade quien estaba muy feliz y me despedí de la amable señora -Gracias por todo -
-no, gracias a ti por acompañarla y defende