Él levantó la cabeza al escucharla y caminó con cautela hasta el probador.
—¿Ya?
—No, ¿puedes decirle a la chica de la tienda que venga?
—¿Pasa algo?
—¡Tú dile!
—¡Dime a mí!
—¡Esto se atoró! —gruñó Mala y él pasó saliva—. ¡Es cierre del vestido!
—Bueno... eso no es gran cosa, a ver date la vu