Capitulo 4: "¿Cuánto quieres para que desaparezcas de nuestras vidas?"
La mañana llegó demasiado rápido para Giulia. Apenas había dormido unas pocas horas. Las emociones de la noche anterior seguían pesando en su pecho: la discusión con Ares, su arrogancia, y esa chispa de atracción innegable que la descolocaba.
Unos toques suaves a la puerta la sacaron de sus pensamientos. Se trataba de Fausto.
— Buenos días — saludó ella. Se había despertado hace casi dos horas.
— ¿Cómo dormiste?
— Bien — mintió, pero como decirle que… la presencia de Ares la tenía al borde del aliento.
— Me alegra, porque ya nos vamos. Hoy te incorporaras al corporativo. Creí que podrías irte con Ares pero él…
— Ya se fue — adivinó ella con una media sonrisa.
— Eso ya no importa. El chofer nos llevará. Tomate tu tiempo. Te espero abajo.
Minutos más tarde, ya lista, Giulia bajó. Fausto terminaba su café. Ella se negó a desayunar. Tenía malos recuerdos con esa comida del día en prisión, así que prefería evitarla, por