116. CONTINUACIÓN
JACKING:
Los guerreros de Cooper comenzaron a hablar entre ellos. Aunque intentaban mantener una fachada de confianza, era imposible no notar las miradas furtivas que se intercambiaban. En contraste, nosotros nos manteníamos relajados. Miré a todos mis guerreros, quienes asintieron expectantes.
—Está bien, sacaremos a nuestros lobos después —acepté, pensando que era cierto: nuestros lobos son bestias y lo necesitan—. Hoy, vamos a pasarla como cuando éramos adolescentes.
—No me dejen afuera —intervino Horacio al escucharnos—. Mi lobo Hor también quiere participar.
—¡Lo haremos! —contesté, con Mat rugiendo complacido en mi pecho—. ¡Vamos a armar un gran espectáculo hoy aquí!
—Mi Alfa —se acercó el Alfa Cooper—, ya estamos listos.
Miré a los lobos sin decir nada. Las voces de los lobos comenzaron a escucharse a nuestro alrededor. Algunos miraban hacia Cooper, interrogantes; otros, al ver la determinación en mi grupo, empezaban a dudar. Pero el Alfa seguía manteniendo s