Dos meses habían pasado, para algunos miembros de la familia Diamantis y Coleto muy rápido, pero para Abelardo, no, para él había resultado ser casi una eternidad, lo único que había podido hacer en ese tiempo había sido infiltrar hombres en Italia
Al joven mafioso griego, le llegaban cada semana noticias de la mujer que amaba, los rumores decían que el bebé seguía con ella, Abelardo rogaba por qué así fuera
En Italia la hermosa Antonella, había despertado días después de su cirugía, había estado muy débil y convaleciente, al principio no podía moverse casi nada, tuvo que reposar la herida y la amenaza de aborto al mismo tiempo
Lukani no le había permitido usar celular a Antonella, no quería que se pusiera en contacto con los griegos, a los sirvientes que atendían a joven italiana, no se les permitía trabajar con móviles, el que lo hiciera podría considerarse muerto
Era muy frustante para la joven de ojos azules como el cielo, quedarse en cama sin poder hacer nada para salir de ahí, ap