PDV de Lyla

"¿DÓNDE DEMONIOS HAS ESTADO?" 

Su voz sonaba como si le arrancaran la garganta. Apreté el dobladillo de su camisa gris que llevaba.

"En la cocina" mentí. Damon me levantó la ceja. Oré para que me creyera. 

"He estado en la cocina y no te conocí allí. Ponte la puta luz, Lyla", mandó. 

Me giré hacia el interruptor de luz y jugué con él durante un tiempo. Sabía que si me lo ponía, vería la suciedad de mi cuerpo.

"Bunny, pon la luz" dijo suavemente esta vez.

Obedecí sin perder mucho tiempo. Tan pronto como la luz apareció, cerré mis ojos, listo para ser asesinado o sacrificado como sacrificio para pacificar al dios llamado Damon.

"¿Hay barro en mi cocina ahora?" Preguntó y yo sacudí la cabeza.

"Salí" Finalmente dije la verdad, esperando sus palabras.

"¿Qué viste por ahí?" Preguntó con determinación ante sus ojos.

"Nada, lo juro, no digo nada", negué. "Sólo me caí pero estoy bien" susurré, lo suficientemente al