Llamo a un harco que trota hasta que está frente a mí
__ Saca a todas las esclavas, que duerman en el patio - ordeno y este asiente confundido
Miro hacia las escaleras
__ Asegúrate que no quede ninguna dentro de la cabaña. Durante una semana tendrán que dormir afuera, alimentalas solo con pan y agua, sin derecho a entrar a su cabaña ni una sola vez
__ ¿La que subió también? - pregunta
__ No, de esa me encargo yo
Se va a cumplir mis órdenes mientras subo hasta mi habitación donde me despojo de mi ropa para meterme entre las sábanas de nuevo cerrando los ojos sin poner cuidado al bullicio que se forma cuando escucho que las esclavas salen asustadas.
Me cubro la cara con el brazo durmiendo unas horas antes que amanezca.
Cuando la luz entra por mi ventana ya estoy sentado en la cama. Me froto la cara con frustración antes de caminar hacia el baño.
Abro la puerta y la esclava está acostada en el suelo con una toalla de almohada y otra cubriendo su cuerpo. Totalmente dormida, vulne