Capítulo192 Ella tiene testigos.
La señora Torres estaba a punto de irse a hablar con algunas amigas, pero, al escuchar a Gracia, se detuvo.
—Adrián no está interesado en el amor, no hemos oído hablar de ninguna muchacha que le interese en todos estos años —comentó alguien, dudando de la afirmación.
Sin embargo, Gracia sonrió con seguridad
—Yo no me invento nada. ¿Conocen ese diamante rosa recién sacado de Sudáfrica? Pues Adrián fue quien lo compró, y como Adriana adora las estrellas, él quería regalárselo.
—¿En serio?
—Si no me creen, pues busquen. Van a ver que ese diamante está registrado a nombre de Adrián —respondió Gracia con una expresión confiada.
La señora Torres cambió sutilmente su expresión.
Gracia sabía que la señora Torres no soportaba a una mujer irrespetuosa, así que aprovechó para continuar:
—Ayer por la noche, Adrián y Adriana fueron juntos a ver las estrellas fugaces, ¡en Nube Cerquita! ¡Y acamparon juntos!
—Ah, ya entiendo.
En ese instante, todos comenzaron a asumir que había un romance secreto en