Julieta
Salí del restaurante como una fiera, enojada, muy enojada. Después de entrar a la editorial noté las miradas de mis compañeras, fue cuando me di cuenta de que llevaba de la mano a Antonio. No lo solté de inmediato, mejor me dirigí a mi oficina, Yareny me vio con sorpresa pero no dijo nada.
-Tranquila, Julieta, no pasa nada.- Antonio me abraza, sabe que sus abrazos me relajan. Suspiro.
-Lo siento, Antonio.- Escondo mi rostro en su pecho.
-¿Qué sientes, hermosa? Fue divertido ver como le volteaste la cara a ese tipo.- Ambos reímos de esa escena.
-Lo fue.- Reímos más fuerte.
-Así que en nuestro primer día me engañaste con el tipo de la cachetada.- Antonio pregunto de forma divertida, a mí me dio una vergüenza horrible que tuve que esconder mi cara en su pecho de nuevo, sintiendo las v