Irving
Todo va mal.
Greta no sólo está ahogándome con visitas inoportunas en la casa de mi abuela, que de hecho ya ni siquiera al jardín o a l patio principal la dejan entrar, desde la puerta le dicen que no puede pasar. Se ha aparecido por mi departamento pero el portero siempre le decía que yo no estaba. Afortunadamente el fin de semana no nos la encontramos, pero esta fortuna no duró mucho.
La terapia me dejó agotado.
Hablar de mi madre me da cierta paz pero también dolor, dolor por todo lo qué pasó durante los primeros años de mi infancia y adolescencia. Seguramente, ese dolor venía de años atrás. Lamentablemente le dejó secuelas de salud física y emocional, estaba muy mal de su corazón y también sufría crisis, ataques de pánico, o se retraía, no hablaba con nadie. Fue duró pero ella lucho, los &uacu