Lo que estaba viendo era nada más y nada menos que a Martín siendo golpeado por un señor de traje, se parecía mucho a él, por lo que no dude que se tratara de su padre, nuestras miradas se cruzaron pero de inmediato la apartó.

— ¡Eres un imbécil! —Le dice aquel hombre mientras lo toma del cuello y pareciera que lo va a ahorcar— te dije claramente que no siguieras con tus estúpidos juegos, te vas a casar con tu prima y no se dirá nada más.

—No pienso casarme con ella, es mi prima, no me importa, a parte me gusta alguien más.

—No me importa si te gusta alguna zorra, o si andas de conquistador, su destino fue planeado desde el momento en el que nacieron —el hombre le da u