Cuando vi como Annethe se abalanzaba sobre Bastian, quise sacarle los ojos, pero antes de actuar y de decirle algo de lo que probablemente me arrepentiría toda mi vida, lo pensé dos veces. Bastian inmediatamente se alejó de ella con cara de poco amigos y acercándose a mí me tomó de la cintura.
—Hijo, ¿estás bien? —Le pregunta a Bastian su madre— disculpa a tu amiga, ha tomado mucho y ha sido mi culpa.
Annethe estaba muerta de risa mientras caminaba tambaleándose hacia Alan, quien de inmediato la agarra y la sienta en el sillón al tiempo que se queda dormida completamente.
— ¿Qué quieres decir con eso? —Bastian frunce el ceño.