Narra Serena
Estamos en el auto camino a una panadería francesa que tiene unos postres muy buenos, Iker va poniendo música mientras yo manejo. Está viendo los títulos de todas las canciones sin decidirse por ninguna — ¿Será que te decides por alguna?— Le digo riéndome.
— Es que tienes demasiada música aquí... Déjame decirte que adoramos a las fans como tú que consumen tanta música.— Comenta riéndose.
— Lo sé, Iker Santos debe de estar feliz, tengo todas sus canciones.—
— Si, pero también hay de él.— Habla con un tono burlón.
— Y bueno... tienes que entender que él había llegado antes.— Digo riéndome a causa de la cara que ha puesto.
— Lo sé cariño, y dime... ¿Has ido a muchos conciertos?— Me pregunta con gran interés.
— Bastantes... — Admito sonriente
— ¿Cuántos es bastante? —
— Más de 30— Explico.
— ¡¿Qué?! Dios mío, definitivamente