Sentí los besos de Derek en mi mejilla.
–Es muy temprano para levantarse –murmuré.
–Quiero que vayamos a desayunar.
Abrí los ojos para darme la vuelta y verlo, tiene el cabello húmedo, una camisa gris y se ve tan guapo y fresco.
–¿Te has bañado sin mí? –reclamé.
–Quería darte tiempo para despertar –beso mis labios –. Vamos que quiero llevarte a comprar las cosas que dices que no tienes aquí.
–Es muy temprano –gruñí.
–Lana… –se detuvo –. Eliane, p