—Tomate las cosas con calma, Gigi. Odiaría que te volvieran a lastimar.
Las últimas palabras de Jared continúan dando vueltas en mi cabeza desde anoche.
Obviamente no le hizo muy feliz saber que una nueva ilusión había llegado a mi vida, mucho menos después de lo que Jair me había hecho. Y aunque probablemente lo que se esperaba de mí, es que me encontrara maltrecha y llorando por la traición. Les había dado una cachetada de dignidad y amor propio a todo el mundo.
Las mujeres no deberían llorar cuando el error dentro de la relación no viene de nuestra parte; al contrario, deberían festejar que gracias a ese error pudieron librarse de una equivocación mayor con la persona incorrecta.
El amor verdadero, es transparente, no traiciona. Y con el paso del tiempo hemos normalizado el hecho de que cuando se pierde un amor, debemos ahogarnos en la depresión y pensar que después de eso la vida no tiene sentido.
¡Basta ya de eso!
Permitámonos llorar por las expectativas que no se superaron y por