PUNTO DE VISTA DE ANASTASIA

Cuando llegué abajo, vi al gerente al fondo del mostrador. Había dos chicas y un chico. Parecía que les estaba dando instrucciones.

Ya era de noche y el bar estaba más lleno que cuando llegué.

Cuando me detuve frente al mostrador, la chica y el chico de antes me dedicaron una tímida sonrisa y continuaron con lo que estaban haciendo. Les devolví la sonrisa y miré al gerente.

En el momento en que me miró, se separó bruscamente de ellos y se apresuró a acercarse a mí.

Miró brevemente hacia la puerta. "Lo siento, no ha regresado. ¿Intentaste localizarlo?". Empezó a buscar en su bolsillo, "Puedo llamarlo si...".

"No es necesario, gerente", le dije. Perdería la cabeza si tenía que esperar un segundo más.

"Lo siento, yo...".

"No por favor, no hay ningún problema. Decidí esperarlo en casa".

Parecía más tranquilo mientras asentía. "Está bien entonces. Le diré que pasaste cuando regrese".

"Muchas gracias".

Me despedí y fui hacia la puerta que llevaba afuera