Ese beso amenazaba con demoler los cortos muros que había lograda levantar para protegerme del tornado que era este hombre .
Cada vez que aparecía por mi vida barría todo a su paso y lo dejaba en ruinas.
Cuando el elevador abrió sus puertas me saco entre sus brazos casi arrastrándome sin despegar nuestras bocas y cuando soy consciente que estamos en una suite privada lo empujo y me limpio la boca con el dorso de mi mano y le grito furiosa
—No me vuelvas a tocar, no quiero que me beses, no quiero que me respires cerca y no quiero que siquiera me pienses —enumero con mis dedos y lo veo como relaja su expresión y se encamina hacia mi.
—No te me acerques Ian ,no te atrevas —le señalo y me planto en posición defensiva, porque no me puedo confiar.Podría venir su hermano en cualquier momento por