Al llegar al suelo saco mis pies de él y lo arrojo a un costado, siento su miembro chocar contra mi vientre y parte de mi abdomen. Él vuelve a tomarme por debajo de los muslos e impulsarme hacia arriba, lo hace con mucha más fuerza de lo que esperaba por lo que quedo unos pocos centímetros por encima de su cabeza, así que puedo apoyar mis codos sobre sus hombros. Él sube el rostro y profundizamos nuestro beso, siento uno de sus dedos acariciar mi húmeda abertura y penetrarme con el sin contemplación, gimo en su boca y lo siento reír...

— Estás extremadamente húmeda... lista para mí, pero por cabrearte por lo que le dije a Matt no te penetraré hasta que me des la razón, y me pidas que lo haga justo como le dije que lo haría...—

Me separo para ver su rostro y tiene esa sonrisa pícara y arrogante en el rostro. En este punto lo que menos me importa qu