Trabajó dos semanas con Adriano, su jefe, y cuando le dijo que tenía que partir, éste le pidió que se quedara, prometiéndole incluso una mejor paga. Adam sólo sonrió y le dio una palmada en el hombro.
—Gracias por todo —fue lo que le dijo, y salió del restaurante dispuesto a llegar a su pequeña habitación y hacer su maleta.
Iba haciendo planes en su cabeza; tendría que comprar varios billetes de autobús hasta llegar a San Francisco, le esperaba más o menos una semana de viaje, si además tenía que parar a hacer algunos trabajillos para ganarse algunos dólares; y cuando llegara, primero buscaría un trabajo y luego una habitación, y luego…
¿Cómo hacer para entrar de nuevo en la vida de Tess? ¿Cómo presentarse ante ella?
Ahora era alguien diferente, totalmente desconocido par