[El tuyo no es interesante, ¡primero escucha mi historia explosiva!]

[Te mandé mensaje privado, cuenta rápido, quiero oír qué tan explosiva es.]

[...]

La manecilla del reloj apuntó al número once.

Ana terminó el stream una hora antes de lo usual.

Principalmente porque analizó tres casos seguidos, si siguiera hablando, mañana definitivamente se quedaría sin voz.

[¡Streamer, estás siendo floja!]

[Normalmente transmites hasta las doce, hoy terminaste una hora antes, ¡buuu streamer te pasaste!]

[En efecto, cuando ya ganaste suficiente dinero te vuelves caprichosa, ¡ay!]

[Ya déjenla, la streamer habló tanto esta noche, ¿podemos ser comprensivos? Si se queda sin voz, ¿cómo va a transmitir mañana?]

[¡Sin hablar, solo sentada frente a la cámara también funciona!]

[Sí sí sí, el de arriba es muy inteligente, la streamer claramente podría vivir de su belleza, pero insiste en usar su talento, ¡qué difícil!]

[Si yo fuera como la streamer, transmitiría de la mañana a la noche todos los días, ni siqu