Kira
- Hay MI santa dame calma y paciencia para detener a mi mama. De la manera en que ella esta volada puede cometer una locura y estar sin el cuerpo de mis ojos negros jamás podría. - Pronto pienso en aquella delicia atada a la cama totalmente expuesta esperando solo a que yo llegara para usarla y se me puso la piel de gallina por todas partes
- ¡Cálmate mamá! No hay necesidad de matarlo ... Ya está pagando por todo lo que hizo. - Digo riendo
Me miran confusas, como si no se creyeran lo que están oyendo, pero sospechando que he hecho algo. Porque me conocen muy bien y estaban seguros de que no dejaría barata semejante afrenta. Y mucho menos aceptaría como sumisa todo lo que Amin fue capaz de hacer para quedarse conmigo.
Salgo de mis pensamientos con mi madre preguntando a continuación.
- '¿Qué le hiciste? No lo mataste, ¿verdad hija? Quiero hacerlo yo misma.
- ¡Claro que no, mamá! Yo no lo hice y tú tampoco lo harás.
- Entonces, ¿qué has hecho, hija? - pregunta mi padre un poco preo