Había anochecido, y entonces los guardias lobo dieron el anuncio: todos los albanos restantes podían salir de la habitación segura y regresar a sus respectivos aposentos. Ava había estado con Kiara todo el día, ayudando a distribuir la comida, y cuando por fin llegó la hora de partir, ambas comenzaron a ayudar a los más pequeños y a los mayores a encontrar sus aposentos junto a sus padres. Ava llevaba en brazos a la pequeña Jannie, que dormía, mientras que Suri, la madre de Jannie, llevaba en brazos a su hermana gemela, Meeka, que también dormía.

Ava estaba llevando al pequeño a las habitaciones de su madre cuando vio al prisionero siendo arrastrado adentro por los guardias, cuando vio quién era el prisionero, casi dejó caer al niño que llevaba, afortunadamente no lo hizo, pero lo que cayó en su lugar fue el corazón que latía dentro de ella.

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—Pasa, Kiron. —Lucas no perdió tiempo en preguntar mientras el gamma entraba en sus aposentos—. ¿Qué informes hay de la patrulla?

—Hem