En la actualidad.
Ava Jones.
Dos semanas más han pasado.
Una boda se aproxima.
Solo sé que, si quiero lo mejor para mi hijo, debo seguir como voy.
Entro en el Pen-House y me encuentro con un desastre de pintura, incluso los muebles están manchados y las alfombras tienen muchos cuadros y hojas blancas con soles pintados en ellas. Suspiro profundamente, tratando de no pensar en el tapizado y lo caro que saldrá sacar su pintura, porque encima, usó la que no se puede sacar tan fácilmente.
—Oh, señorita Jones… —Alma aparece por el pasillo y mira a su alrededor.
Juguetes tirados por todos lados, el estante de la biblioteca desordenada, una música infantil resonando desde el pasillo por donde ella apareció y hasta un pony de inflable a medio llenar está sobre la mesa del comedor. Todo está hecho un desastre, y luego de verlo por segunda vez, vuelvo a posar mi mirada en la niñera, quien ahora me observa avergonzada.
—Ya iba a comenzar a limpiar todo.
—Pensaste que llegaría tarde ¿no e