Narra Samara.
Llevábamos más de una hora esperando noticias y nada. Lo único que sabíamos era que Aella estaba bien y no tenía ninguna herida grave, sin contar algunos rasguños, estaba en perfecto estado.
Suspiré, y me levanté de mi lugar. Miré a la recepcionista media dormida en su escritorio, los pasillo estaban desiertos.
Mi cara se iluminó cuando un doctor se acercó a nosotros.
-¿Familiares de Elijah Sokolov?-dijo el medico, mirando unos papeles. Amón se levantó.
-Soy su hermano-dijo, serio. Miré a Mike, sorprendida.