Júpiter tras encontrarse con Rosario en su oficina, llevándose la sorpresa de encontrar a su víctima de venganza frente a su rostro tras unas horas de haber estado precisamente junto a ella en otras circunstancias. Júpiter comenzó a pensar en ese momento que posiblemente Rosario podría comenzar a sospechar de lo que estaba aconteciendo a su alrededor, aunque aún no llegaba directamente a esa conclusión, a lo que intento persuadir a Rosario con su respuesta inmediata y sensata.
— ¡Lamento mucho señorita mi intromisión en su oficina! Simplemente ingrese para ordenar y limpiar el espacio de trabajo, pero si le molesta mi presencia, me retirare en este momento.
Rosario observando fijamente los movimientos prácticamente humildes y sumisos de Júpiter, comenzó a pensar en ese momento. — ¡No se parece en lo absoluto! Aunque el físico es casi idéntico, pero no puedo juzgar el físico sin conocer el rostro. — Rosario podría estar específicamente en lo correcto, por lo que tras las palabras de Jú