Al fin y al cabo, Teresa misma había sufrido daños en su matrimonio.
...
Durante toda la tarde y la noche, Bella permaneció acostada descansando. Estaba demasiado débil físicamente y Elena, preocupada, permaneció a su lado todo el tiempo.
Al día siguiente, después de que el médico revisara a Bella e indicara las indicaciones correspondientes, ella le insistió a Elena que se fuera a descansar. —Puedo quedarme acostada sola, si pasa algo llamaré a la enfermera.
—No me iré. Sé que anoche no dormiste nada a pesar de que finges estar bien.
Viendo la profunda tristeza en el rostro de Bella, Elena comprendió. —¿Acaso quieres que me vaya para ir a buscar a Anna de nuevo?
Bella no respondió.
Efectivamente, la noche anterior no había podido dormir.
Cada vez que cerraba los ojos, venían a su mente las provocaciones y palabras venenosas de Anna.
También la imagen de su bebé convertido en un charco de sangre.
No lograba contener ese odio.
Elena reflexionó: —Bella, debes entender que, aunque mates a