Brendan montó en cólera cuando Toby mencionó a su primer hijo y lo fulminó con la mirada.
Deirdre sintió que algo no estaba bien, pero ya era demasiado tarde para decir algo.
El guardaespaldas que estaba junto a Toby se dio la vuelta y le propinó una patada en el estómago.
Como era un guardaespaldas bien entrenado, no hacía falta decir que no se andaría con rodeos con Toby. Toby se encorvó y gruñó de dolor.
"¡Toby!". Deirdre quiso correr a su lado, pero Brendan no le dio ninguna oportunidad. La abrazó con fuerza, con expresión sombría y mirada furiosa.
Deirdre no podía soltarse de Brendan, así que se limitó a mirar en dirección a Toby y le preguntó: "Toby, ¿estás bien?".
Toby hizo un esfuerzo para contener el dolor y dijo: "Estoy bien, Deirdre. No tenemos que tenerle miedo. ¿Y qué si es el gran Brighthall? ¿Puede matarme?".
Brendan dejó escapar una sonrisa fría y dijo: "Toby, estoy seguro de que conoces bien las condiciones de este lugar, ¿no? De lo contrario, no habrías traíd