Los príncipes, los únicos seres que en ése momento se daban por acabados, estaban en shock al ver como el rey abrazaba a sus confundidas hijas.
-Que bueno que estén aquí, estaba tan preocupado por ustedes.- exclamó el hombre, felíz por que sus hijas estaban bien.
Las hermanas se miraron entre sí y Andrea decidió romper ése incómodo momento.
-Papá, ¿ahora qué te pasa?- preguntó la rubia.
En ése momento ellas tenían que estar intentando calmar a su padre para que no asesine a los príncipes, no intentar consolarlo.
El hombre se separó de sus hijas y las mi