¿Crees que Phillip volverá algún día al Grupo Becker? —le pregunté a Sarah en voz baja.
Sarah levantó la vista de golpe, como si la hubiera sorprendido haciendo algo malo. Parpadeó varias veces antes de responder, —Probablemente eso nunca pasará.
Me incliné un poco hacia ella. —¿Por qué no? Phillip fue el que su abuela eligió como sucesor de la empresa.
Mis ojos se abrieron. ¿De verdad?
Sarah asintió. Sí. Pero se fue. Fundó su propia empresa. Todos pensaron que jamás abandonaría el Grupo Becker… pero lo hizo.
Fruncí el ceño. —¿Por qué? ¿Por qué haría eso si era el elegido?
Sarah mordió su labio y miró alrededor, como si alguien pudiera estar escuchando. Luego se inclinó hacia mí y susurró: —Bueno… algunos dicen que se fue por culpa de Hunter.
Parpadeé sorprendida. —¿Hunter? ¿Su hermano mayor?
Sarah miró rápido hacia otro lado. —No debería haber dicho eso.
Espera, ¿qué quieres decir? ¿No se llevan bien?
Sarah dudó. Se veía nerviosa, como si ya hubiera dicho demasiado. —No lo sé con cer