Sorprendidos

No nos dirigimos hacia el comedor grande de la familia Pérez, cuando veo de nuevo el espacio noto que no ha cambiado en nada, sigue siendo un comedor enorme con una gran mesa rectangular para 25 personas o quizás muchas más, anteriormente cuando íbamos a formalizar el compromiso nunca veníamos a comer a este espacio, en ese momento me llevaron directamente a la oficina de su firma y volví a mi casa. Sé que el comedor de la familia Pérez es una exageración, pero el padre de Marco siempre ha sido un hombre al que le gusta la excentricidad, siempre quiere destacar frente a todos y por eso creo que es uno de los más importantes de la ciudad. .

Al entrar veo que Marco está un poco tenso y lo puedo ver en su rostro.

-Marco-

No puedo dejar de notar lo hermosa que es, todavía no puedo entender cómo los hombres en esta ciudad decían que ella era la fea de la familia, cuando me doy cuenta de que la estoy mirando, tengo que parar por un momento. , nuevamente, uso mi celular como excusa y finjo recibir una llamada.

-Hola. Sí, con el discurso, resolveremos el asunto. Mientras digo eso me dirijo a mi oficina.

-Alicia-

Estando ahí parado noto que contesta una llamada y se va, supongo que siempre vivió directo a su oficina ahí. Será que le pasó algo malo, mi padre me saca de mis pensamientos diciendo:

-Hija, tienes que hacer todo lo posible por complacer a Marco, haz todo lo que te diga. Habla en un tono tan bajo que apenas puedo escuchar sus palabras y solo asiento con la cabeza para entender sus palabras.

El mesero ya nos está colocando en la mesa, no es que seamos muchos, solo somos 4 a 5 personas en esta mesa enorme, cuando me dice donde debo sentarme, deja una silla libre a mi lado y eso significa que alguien está a mi lado y rápidamente pienso que él es el que estaba sentado allí. Después de unos diez o quince minutos, Marco aparece de nuevo y va a la silla de al lado, como pensé antes, se sienta a mi lado. Es un hombre tan atractivo que con solo un centímetro me hace vibrar todo el cuerpo.

-Espero que la comida que se servirá a continuación sea de su agrado. Lo dice sin mirarme y de una forma muy neutra.

-Gracias. Le hablo igual que al principio mostrando frialdad y desinterés, tampoco me vuelvo a mirarlo para agradecerle.

En las escaleras se ven dos figuras masculinas que bajan con tanta elegancia, al acercarse me doy cuenta de que es Andrés Pérez, el hermano menor de Marco y su padre, el conocido Luis Pérez. Cuando se acercan y notan mi presencia y que estoy al lado de Marco, se dan cuenta de que soy la prometida, inmediatamente sin esconderse quedan completamente sorprendidos, su padre muestra una gran sonrisa y su hermano no deja de mirarme.

-Espero que la comida sea completamente de su agrado joven Alicia, puede estar en esta casa con confianza, ya que será la prometida de mi hijo. No se puede negar que es un hombre muy entregado y elegante, con un traje a medida.

Asiento y se sienta en la cabecera del comedor, cuando vuelvo a mirar a Andrés, noto que sigue mirándome frente a todos, tanto que creo que Marco se da cuenta y se aclara la garganta para que lo mire.

-Marco-

Miro a mi hermano Andrés y tiene los ojos fijos en Alicia, no sé por qué, pero eso me molesta mucho si no la conozco muy bien.

-Hmm hmm hmmm... Me aclaro un poco la garganta para llamar la atención y lo logro, cuando me mira se asusta un poco, me saluda y va a sentarse. Nos traen la comida y todos comemos en silencio, pero no puedo dejar de mirar discretamente a la mujer a mi lado.

-Alicia-

La comida estaba completamente rica y fresca, cuando trajeron los postres estaban mucho más ricos, me encanta el mousse de chocolate con almendras.

-Mmmm… ese sonido lo hice cuando probé la primera cucharada de mus en mi boca, sentí una explosión de sabores, pero luego me sonrojé un poco porque todos voltearon a verme, me sentí muy avergonzado y solo logró sonreír levemente.

Nos dirigimos a la sala, Luis Pérez y mi padre se sientan en el sofá y comienzan a hablar sobre el compromiso, mientras que Marco y yo estábamos sentados junto a ellos solo escuchando lo que decían.

-Como ya habíamos acordado Eduardo, el compromiso tiene que ser por todo lo alto, hay que celebrarlo como la gran familia que somos y nuestros dos hijos se sumarán al compromiso, tendremos un gran comedor para todas las personas importantes en Ciudad Norte son como más de 5 mil invitados, todos deben venir completamente elegantes, debemos elegir el lugar, puede ser en esta mansión o en nuestra isla, creo que sería mucho mejor y al aire libre.

-Entiendo Sr. Pérez, pero no creo que pueda permitirme todo eso, recuerde que soy de una sociedad media/baja, no podemos darnos el gusto, dice mi padre rápidamente.

-No le estamos pidiendo nada más, señor Suárez, y ha cumplido con traerme a su hija para poder comprometer a mi hijo, todos los gastos de la boda, los disfraces, la comida y la decoración y el traslado de la isla será pagado por mí como regalo de bodas para mi hijo.

-Entonces no puedo estar más de acuerdo con usted, señor Pérez. Me sorprende lo abusivo que puede ser cuando se trata de dinero.

Al escucharlo hablar con el padre de Marco, me atraganto con un vaso de agua que me habían traído cuando dijo que el compromiso sería por todo lo alto. En mi vida pasada todo estaba escondido, no se comprometían, solo era una firma del acuerdo a puerta cerrada y ya, la prensa nunca se metía en nada, cuando querían sacarnos fotos los sobornaban no de hacerlo, ya que la imagen de Marco se vería herida por mi fealdad, mucha gente llegó a pensar que nuestro compromiso de esponsales era completamente falso.

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