Volver a su lado.
Cualquier condición.
Cira preguntó: —¿Por ejemplo?
Las teclas blancas y negras del piano sonaban rítmicamente, la música flotaba en el aire, y Morgan habló lentamente: —El puesto de secretaria principal sigue siendo tuyo.
Cira preguntó de nuevo: —¿Algo más?
Morgan continuó: —Aumento de salario anual y bonificación.
Cira aún preguntó: —¿Hay algo más?
Morgan la miró de reojo, sus ojos ligeramente entrecerrados, recordando que ella no era tan codiciosa.
Pero dispuesta a negociar, significaba que estaba dispuesta a regresar. Detuvo su mano en el piano y dijo: —¿Todavía no tienes coche? Es inconveniente para ti.
Cira sonrió levemente, recordando que en sus tres años juntos, no había tenido ni casas ni coches, y mucho menos joyas o bolsos. Ahora él ofrecía tan fácilmente.
Pero ella siguió preguntando: —¿Hay algo más?
—La cirugía de tu madre, me encargaré hasta el final —Morgan levantó ligeramente la barbilla. —Eso debería ser suficiente, ¿no?
Tomar la responsabilidad de la