Aden observaba atento a ambas mujeres por la ventanilla del jet. La cara de Fira lo puso en alerta, su expresión pasó de ser impasible a asustada, luego furiosa y finalmente impasible de nuevo.
Siguieron conversando unos minutos más, pero él no les prestó atención, se tomó la cabeza con ambas manos y procuró analizar el inesperado giro de los acontecimientos de los dos últimos días. Fira había averiguado algo, algo grande, terrible y que significaba un cambio en el orden natural de la sociedad, eso podía sentirlo con cada fibra de su ser.
Fira se giró instintivamente hacia el jet y descubrió a Aden en su posición contemplativa; frunció el ceño y se enfocó en Corrine que la miraba con ansiedad.
No confíes en nadie.
Introdujo la mano dentro del bolsillo de su abrigo y apretó con fuer