Al bajar y prender las luces del pequeño submarino para ver a través de las ventanas lo que habíamos encontrado, todos estuvimos sorprendidos pues habíamos descubierto una mina de oro, pues el lugar estaba lleno de erizos de mar.

Estuvimos a punto de ponernos los trajes para bajar, entonces llegaron 3 pequeño submarino del oeste, norte y sur.

Por lo visto ellos también habían detectado la señal de los erizos.

El capitán al ver eso dice.

Rápido pónganse los trajes, salgan rápido y recojan todo lo que puedan.

Al bajar, rápidamente empezamos a recoger todos los erizos de mar que podíamos, estuve tan concentrado en el dinero que olvidé a que había venido a qui, rápidamente llenamos las bolsas, las llevamos al barco y nos entregaron otras bolsas para continuar recogiendo estos erizos de mar.

En menos de 1 hora todos recogimos todos los erizos de mar que había, el pequeño submarino estaba casi lleno.

El capitán muy feliz dice.

Bien, creo que tenemos suficiente, regresemos rápido.

El capital