-Te será de gran ayuda que practiques el arte de la dominación por lo que eres-
-¿A qué se refiere señor Gerry?-
-Me refiero a que eres alguien especial, igual que yo y Christian...alguien muy, muy especial-
-No debo de ser tan especial cuando mi propia madre me abandonó a mi suerte-
-Por eso mismo te abandonó, porque te temía-
-¿Que me...temía? ¿Y por qué habría de temer a su propio hijo?-
-Porque como ya te he dicho, tú eres diferente...y especial. Y ya dejemos la cháchara y comencemos con tu iniciación como Amo...CHRISTIAN, VEN AQUÍ Y TRAE A JAYDEN, AHORA-
Un rubio cobrizo hizo acto de presencia tirando de una correa de otro rubio bastante más claro y de talla pequeña aunque bien formado.
llegando ante ambos, Christian esperó una orden del mayor.
-Ata a Jayden y muéstrale como ha de hacerlo para controlarse y controlarlo- ordenó Gerry.
atónito, observaba lo que Christian llevaba a cabo con aquel chico...
No, él no haría llorar nunca a nadie...
No dañaría a ningún chico o chica...
Y jamás se comportaría como Christian en ese momento lo hacía.
Dominic se negaba a ser un Amo.
Él sería un Señor.
No controlaría sus ataques por medio de infringir dolor...
A menos que alguien se lo pidiera.
Y esperaba que nunca ocurriera...