Sam estaba exhausta, necesitaba vacaciones. Tenia 28 casi 29 años, pero sentia que tenia 40. Aún asi, no cambiaria esa sensación de adrenalina y desafío continuo.

Llegó al hotel, y fue al bar a tomarse algo. Se estaba tomando su segundo vaso de vodka y escuchó a alguien carraspear. 

—¿Estas sola aquí cariño?— le dijo un rubio, alto bastante atractivo; pero ella no tenia ganas de ligar.

—No, espero a mi marido que ya subio a dejar unos papeles—comentó ella tratando de ignorarle y que éste entendiera la indirecta. 

—La vi bajar del auto y estaba sola. No necesita mentir para deshacerse de mi. Entiendo un no por respuesta. —Habló ceñudo el.

Sam se sintió culpable , hace mas tres meses no tenia sexo y su cuerpo le estaba pasando factura.

—Disculpe, no se vaya. Tiene razon, soy Sam, mucho gusto.— le tendió la mano ella.

—Generalmente no soy tan insistente, me llamo Fernando San... 

—Sin apellidos,solo nombres...—interrumpió ella.

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Llegaron a la habitación a trompicones, entre besos y jadeos.

—Eres hermosa, tu aroma mmm... me vuelve loco.

—Tú tampoco estas mal—replicó ella entre gemidos.

Fernando la tumbo en la cama y se situó encima, la devoraba con un hambre voraz. Nunca se sintio tan compenetrado con una mujer. Su Sam era preciosa, con una voz tan sensual. Todo en ella le llamó la atención apenas la vio. Su caminar, cabello ,su conversación. 

Por la charla que tuvieron, se dio cuenta que no era superficial y lo mas valorable para el ; que amaba a su familia. La escuchó triste en cuanto a ese tema. Habia mas de lo que contaba, supuso.

Sin embargo ahora la tenia a su merced, 

—Ya... por favor...

—¿Qué quieres?- Dijo mientras penetraba su humedad con los dedos y tomaba con sus labios y dientes sus pezones erectos. La besaba, lamía; se estaba dando un festin con su cuerpo.

—A ti... ya ... no lo soporto mas 

Fernando la acariciaba sin cesar, queria prolongar el placer...

—Aguanta un momento... -dijo el entre jadeos— eres perfecta.

Cuando ella iba a contestar el sacó sus dedos, agarró su mienbro y se deslizó lentamente en su cavidad. Luego de varias estocadas profundas ella dio la vuelta y se sento a horcajadas sobre el. El la besaba y hacia con su lengua los mismos movimientos que con su miembro. Parecia desesperado por su sabor.

—Tu tambien eres perfecto...

Luego de montarlo con desesperación, ambos se corrieron y ella quedó recostada sobre el cuerpo de el, satisfecha. 

Durante el resto de la noche se unieron al viaje del placer tres veces mas hasta que ambos quedaron rendidos y se durmieron.

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Sam se despertó sobresaltada y se dio cuenta que no estaba sola, miró a su lado y lo vio. Recordó todo a una velocidad arrolladora, los orgasmos y su lengua tan ávida.

Lamentablemente debia regresar a la agencia y hacer un reporte de su mision y luego tomarse al menos una semana de vacaciones.

Se levantó, vistió y buscó su pequeño bolso que contenia algunas prendas y documentaciones personales. Lo hizo todo silencioso y se fue.

Horas mas tarde fernando se desperto contento como hacia mucho no ocurria.

Se vistió y pensó encontrarla en el baño . Sin embargo cuandio vio que su ropa estaba bien ordenada y no desperdigada como habia quedado, se apuró a buscar en el armario la ropa o algo que indique que sam un estba en esa habitación. Como lo supuso, alli no habia nada, lo habia abandonado, nunca le habia pasado eso. 

—Te encontraré pequeña, tan rápido que no me veras llegar ...